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Álbum del 1960, La Flor Records
A la orquesta de Chuito Vélez y sus Estrellas Boricuas se incorporó el jóven cantante Adalberto Santiago en el 1955 y al año siguiente la orquesta viaja por algunas semanas a la ciudad de New York, allí Adalberto Santiago coincidió con Paquito Cordero, con quien quizás intercambió algunas palabras sobre uno de los temas que todavía estaba latente entre los boricuas, el inicio de la televisión en Puerto Rico, que había ocurrido el año anterior, lo que afloró en el sueño de Adalberto de convertirse en actor, lo que lo impulsó a radicar la solicitud pertinente en los estudios de Telemundo, donde se prescindió de sus dotes de galán aventurero, haciéndole un favor al mundo latino ya que Adalberto tuvo que continuar buscando sus habichuelas en la música. En el 1958 las Estrellas Boricuas regresaron una vez más a La Gran Urbe para hacerla vibrar al compás de su cadencioso ritmo caribeño en los mejores clubes de entonces y en el 1960 dejaron plasmada su huella sonora en los surcos del vinilo bajo el título de "Chuito Vélez y sus Estrellas Boricuas", primera de tres producciones que contaron con la voz del frustrado actor.
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