La música tiene su nacimiento al mismo tiempo que aparece la raza humana sobre la faz de la tierra, propagándose por la voz familiar primero, y segundo, de la misma manera en que se pasaban los conocimientos de cada cultura. No había otra forma de preservarla que no fuera por los recuerdos, hasta que aparecen las primeras formas de notación, alrededor de 300 años antes de Jesucristo. Desde entonces "el arte de las musas" fue evolucionando de forma pausada, al igual que la notación, hasta que a finales del siglo XVIII se encontró la forma de retener el sonido, algo que fue transformándose a través de los años; el fonógrafo en 1877 y diez años más tarde aparecía el gramófono, con el que se formó la base para para la venta de discos, fomentada en gran medida por Emile Berliner y Eldridge R. Johnson hasta que en 1901 se unen para formar la "Victor Talking Machine Company", dando paso, a su vez, al disco de 10 pulgadas y dos años después a los de 12 pulgadas.
En 1919 comienza una ola de compañías que se dedicaron al negocio de la producción de discos, esto conforme a la expiración de las patentas, provocando así la estandarización de la velocidad a 78 rpm, alrededor de 1925, año en que la Víctor lanza al mercado su famosa vitrola a un precio comparable con el de un coche Ford. Cuatro años más tarde la Radio Corporation of America, más conocida como RCA, adquirió la Victor Talking para formar la RCA Victor, aunque los sellos de Victor Records continuaron usándose hasta 1946. En el 1931 esta empresa lanzó al mercado transcripciones de sus programas en el formato de 33 1/3 rpm y un tamaño de 12 pulgadas, sin embargo este proyecto fue abandonado ya que los problemas económicos de la época, los altos costos de la materia prima y los elevados precios de los equipos, no ofrecían mucho atractivo al público, lo que también ocurrió con el tamaño de 10 pulgadas de su competencia, Columbia Records, quienes continuaron innovando y en 1948 introducen el microsurco en discos de 12 pulgadas y 33 1/3 rpm, abriendo las puertas, así, a la comercialización en masa de los discos de larga duración que tanta popularidad alcanzaron con el paso del tiempo y que no perdieron hasta la segunda mitad de la década de 1970 con la divulgación de los casetes y alrededor de 10 años más adelante con los discos compactos, aunque volvieron a recuperarla. En el presente el "streaming" de la música está reemplazando a otros medios de propagación musical, presentando un beneficio que no se anticipaba; intérpretes, pequeñas bandas y grupos desconocidos se dan a conocer de forma muy efectiva.
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